Rafael Benítez no deja de criticar al presidente Massimo Moratti por no responder a sus requerimientos cuando entrenó a Inter de Milán el año. Sobre todo porque no quiso traerlo los refuerzos que pidió. Uno de ellos, Alexis Sánchez.
"Sánchez es una gran adquisición del Barcelona. Lo pedí en enero (2010), cuando valía la mitad de lo que vale hoy", sostuvo el español en entrevista con la Gazzetta dello Sport.
Para el ex adiestrador del Liverpool, haber tenido el apoyo dirigencial hubiese cambiado su suerte tras reemplazar a José Mourinho en Milán.
"Los aficionados saben que yo hice un trabajo profesional y que si hubiera contado con el apoyo de los dirigentes habríamos podido ganar mucho más. Fue una pena", explicó al diario deportivo italiano", afirmó.
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Aunque el estratego español Rafa Benítez califique de positivo su paso por la banca del Inter de Milán, lo cierto es que el ex DT del Valencia y Liverpool no lo pasó bien en su corta estancia en la cabina lombarda.
Esto debido a la mala relación que cultivó con el presidente nerazzurro Massimo Moratti, a quien este jueves fustigó por el escaso apoyo que recibió.
“Los aficionados interistas saben que yo hice un trabajo profesional y que si hubiera contado con el apoyo de los dirigentes habríamos podido ganar mucho más. Fue una pena”, aseguró este jueves el DT ibérico, que arribó al Inter en junio de 2010 y seis meses después fue despedido, al diario Corriere dello Sport.
En la oportunidad, Benítez se fue con todo en contra de la dirigencia lombarda por no comprar el año pasado el pase del ariete nacional Alexis Sánchez, hoy flamante refuerzo del Barcelona, asegurando que con la llegada del tocopillano y de otros refuerzos que pidió, todo pudo haber sido muy distinto en su paso por el cuadro italiano.
Pese a esto, Rafa Benítez califica de bueno su paso por el cuadro lombardo. “Fue una experiencia positiva porque me permitió ganar dos títulos, uno de ellos el Mundial de Clubes (de la FIFA) que el Inter no conseguía desde hacía 45 años. Y encima lo conseguí sin ningún apoyo y sin ninguna ayuda por parte de la dirección del club”, recordó Benítez.
El entrenador español llegó al Inter de Milán en junio de 2010, después de que el combinado italiano ganara todo con el portugués José Mourinho, y fue destituido en diciembre del mismo año, después de unos meses marcados por las lesiones, los malos resultados y los enfrentamientos entre Benítez y el presidente Massimo Moratti.
Los momentos más tensos entre ambos se vivieron el 18 de diciembre de 2010, seis días antes de su marcha, coincidiendo con la jornada en que el Inter se proclamó campeón en el Mundial deClubes en Abu Dabi.
Tras imponerse en la final del torneo ante el Mazembe congoleño, Benítez pidió “respeto” por su trabajo, “apoyo” al equipo y más fichajes.
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