Descafeinado derbi el que se vivió en Cornellá. Ganó el Barça al Espanyol y continúa con sus aspiraciones de igualar la Liga de los 100 puntos del Madrid de Mourinho. Los azulgrana llegaron con la Liga ya entre sus manos y un once en el que faltaron varios titulares. La estrella del encuentro fue Alexis Sánchez que marcó un golazo e hizo una primera parte para enmarcar. El partido tuvo tramos duros pero no fue excesivamente agresivo, aunque Wakaso fue expulsado por perder los papeles en la segunda mitad e increpar al árbitro.
La primera mitad fue una dura batalla en el medio del campo que ganó claramente el Barcelona. El Espanyol, sin posibilidad de controlar la pelota, se limitó a perseguir a los jugadores azulgranas por todo el campo tratando de robar el balón y salir al contrataque. Pero al no lograrlo, la primera manga se fue endureciendo y el número de faltas de los pericos creció. El partido se paró continuamente y dejó muy pocas ocasiones para el disfrute de los aficionados. Hasta los nervios y las ganas típicas de este derbi catalán se ausentaron en el campo.
Sólo hubo un nombre propio en esta mitad, Alexis Sánchez. El chileno corrió, se ofreció, desbordó y, lo más importante, marcó. Al 9 del Barça se le veía por todos lados en ataque y tras una arrancada desde la izquierda hacia el borde del área, una maravillosa pared con David Villa, un control con el pecho y un recorte genial ante Colotto, logró el tanto que aventajaba al Barcelona en el minuto 14 con un disparo ajustado y con rosca a la cepa del poste izquierdo. Pero Alexis se diluyó en el segundo tiempo y pasó inadvertido tras el descanso.
La segunda parte fue de nuevo un monólogo del Barcelona, que controló la posesión del balón con facilidad. El Espanyol lo intentó y lo intentó pero no pudo adueñarse del esférico para tratar de poner en problemas a Víctor Valdés. Verdú, cerebro del Espanyol, fue totalmente desactivado y se fundió tratando de recuperar balones. A su lado, un revolucionado Wakaso protestaba cada una de las faltas que hacía, que fueron muchas, hasta que en un momento de calentón y locura transitoria del africano, fue expulsado con doble amarilla por increpar al árbitro tras una fea acción de Fábregas, que se revolvió por una entrada de Colotto. Demasiado revolucionado el ganés.
Con esta tónica discurrió la mayor parte del segundo tiempo, pero la cosa se animó un poco tras los cambios en la recta final. Entraron Pedro, Xavi y Tello y entre los dos primeros fabricaron el segundo gol, que sentenciaba al Espanyol, en el 86. Una bella pared que Pedro le tiró a Xavi fue perfectamente devuelta por el 6 del Barça para que el canario, que entraba como una bala por la banda izquierda, resolviera al palo contrario de Cristian. Gran gol.
Así, con todo decidido para ambos equipos, terminó el encuentro. Un partido que no pasará a los anales de la historia entre los derbis más vibrantes y bonitos entre Barcelona y Espanyol.
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